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Historias de San Luis: un Villamercedino en helicóptero

Por Nino Romero.

Ingeniero Eduardo Estrada.

por Nino Romero

elchorrillero.com

Actualizada: 18/07/2021 01:31

Este espacio de nuestras historias nos hace conocer o reencontrarnos con muchas personas que nos aportan sus vivencias.

Vamos a escribir sobre el ingeniero Eduardo Estrada, oriundo de Villa Mercedes y que vive y desarrolla su pasión en La Plata.

Me escribió contándome que se sorprendió, alegró y emocionó la evocación del coro del Colegio Don Bosco del año 1972, “que integré con mucho honor y orgullo”, según lo expresa textualmente.

Añade: “disfruté mucho de esa época que me dejó muchas enseñanzas”.

El ingeniero Eduardo Estrada tiene una inocultable pasión por el automovilismo deportivo y es un conocedor del mismo.

En un mail relata sobre el automovilismo deportivo en Cuyo en la década del 70, para terminar escribiendo de helicópteros. No estoy divagando. Los invito a que leamos juntos su mensaje:

“Mi pasión por el automovilismo de competición, sobre todo, comienza en mi niñez en mi Villa Mercedes natal a fines de los 60. Nuestros valores corrían en Turismo Mejorado: el turco Yamin con Isard 700, Carlos Oliden con Renault 1093, más tarde José Luis Pernas con un auto similar. Posteriormente incursiona Vicente Abramo con una cupe Fiat 1500. Hubo una participación en el TC, solo en los grandes premios; el piloto era Alfredo Fretes.

El seguir toda esa actividad fue formando no solo mi pasión sino también mi vocación.

A corta edad, 6 o 7 años mi objetivo era ser Ingeniero Mecánico, porque veía a través de la revista Automundo la carrera profesional de quien fue uno de mis referentes, Heriberto Pronello.

Y el otro referente, el más admirado por mí, muy estudioso, trabajador incansable, innovador, creador, el famoso y querido Augusto “Pirincho” Cicare, fabricante de Helicópteros.

Ya viviendo en San Luis en la época de mis estudios secundarios, no solo seguía aquellas historias Mercedinas, sino que también me dedique a seguir lo que aquí ocurría.

Había más autos, más pilotos, más organización, era un up-grade de aquello.

Todos corrían en Turismo en sus versiones Anexo J o Grupo 2 del reglamento internacional de la FIA (Federación internacional del Automóvil).

Eran tantos y tantos medios técnicos y económicos para administrar, que se formó una peña que hoy no recuerdo su nombre, pero muy eficiente en su gestión.

El Director era un gran apasionado y dotado para esto: Alfredo Enrique Morel.

La categoría A la integraban los Renault 1093 y los pilotos: Juan Héctor Anzulovich (a) Toto, Daniel Mana y Orlando Maluff. Hubo otros…

En la categoría B corrían las cupe Fiat 1500 conducidas por Juan Raúl Sosa y Vicente Abramo.

En la C los Torino que corrían “Quelo” Vallejo, Juan Carrizo y Jorge Cerruti de Villa Mercedes.

Era una época de alto nivel técnico y competitivo.

En todo el país se realizaban campeonatos zonales, y al finalizar el año se llevaba a cabo la final de campeones zonales. Esa prueba final se realizaba en el Autódromo El Panorámico de Villa Mercedes.

Cada región tenía sus estrellas que brillaban en el automovilismo nacional.

En la región de Cuyo estaban, además de los nuestros, Guido Raddi, Emilio Bertolini (ganador y campeón en Formula Uno nacional y Sport Prototipo, Carlos Juárez (integrante de la Escudería de Concesionarios Fiat, ganador en Turismo), y otros.

En una de esas finales de campeones zonales, no recuerdo el año, el campeón de campeones fue Juan Raúl Sosa con una cupe Fiat 1500 color celeste metalizada. El sábado hizo el mejor tiempo y el domingo ganó de punta a punta.

Toda esta historia maravillosa de mi adolescencia no hizo más que confirmar que debía convertir mi pasión en mi vocación y en mi profesión.

Y así fue, que al terminar el secundario en el colegio Don Bosco ingrese a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata.

Ya hace 42 años que soy Ingeniero Mecánico especialista en Automotores.

Hice todo lo que soñé: trabajar en la industria automotriz, mayormente en Mercedes Benz, en automovilismo deportivo, etc.

Y también en lo que ni siquiera había imaginado: trabajar con aquel personaje que yo admiraba tanto desde niño: Augusto “Pirincho” Cicare.

Augusto “Pirincho” Cicare junto a Eduardo Estrada.

Con él ya llevo 5 años fabricando helicópteros”.

Si llegó hasta acá en la lectura, comprobó que yo no estaba delirando.

Hasta la próxima. En helicóptero.

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